Tras el turno de preguntas, una representante de la organización tomó la palabra para resumir de alguna manera el acto, o más bien, como dijo ella “dar unas pinceladas” a modo de conclusiones. En primer lugar agradeció las palabras de Enrique del Río y explicó las emociones contradictorias que producía ver como alguien de fuera reconocía los frutos de tantos años de trabajo comunitario, frente a la realidad de los últimos tres años en los que, en una coyuntura de mayor conflicto social, se había puesto en cuestión este mismo trabajo desde el propio barrio. De lo expuesto en la ponencia quiso quedarse con la frase de que “no hay participación si no se participa en la planificación de la participación” como recordatorio continuo y reto de cómo hacer las cosas en adelante.

X